El equipo mexicano y su par boliviano se reencuentran en la Copa. La anterior vez que jugaron en la misma cancha la Academia sorprendió y protagonizó una hazaña
El reto que debe afrontar Bolívar hoy (21.00) en México es grande: tratar de obtener un resultado tan bueno como el que consiguió hace unas semanas en el mismo escenario, el Nou Camp, y frente al mismo rival, el León, pero ahora en el partido de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
El propio equipo académico dejó una vara muy alta de superar al ganar en esa cancha el miércoles 26 de marzo por la mínima diferencia (0-1), lo hizo con un
golazo del delantero uruguayo William Ferreira (25’ ST), quien fue la figura, y de esa manera el cuadro boliviano protagonizó una hazaña que lo devolvió a la lucha
por la clasificación cuando ésta parecía casi perdida; es más, lo puso en el umbral de donde está ahora.
Los celestes jamás se hubieran imaginado aquella noche —empezando la madrugada del día siguiente, jueves 27— que 20 días después iban a volver a ese sitio para tratar de encaminar en esta ocasión su pase a cuartos ante un plantel que los propios bolivaristas consideran que es uno de los mejores de esta Copa, y que indudablemente está esperando que llegue la hora con muchas ansias de tomarse la revancha.
En aquel partido por el Grupo 7, León fue un vendaval, tuvo opciones de gol increíblemente perdidas, y al frente estuvo un conjunto que sacó fuerzas de flaqueza para aguantar primero el cero y después el 0-1. Bolívar lo consiguió.
Aunque esta noche vuelvan a verse las caras, las condiciones son otras. En esta fase de ida y vuelta ningún equipo puede darse el lujo de perder o empatar en casa, y para el visitante sacar un empate ya sería un buen negocio, ni qué decir un triunfo.
Los goles esta vez cuentan y mucho; y León tratará de que sean varios para marcar una diferencia que sea complicado remontar el próximo martes en La Paz; mientras Bolívar, por su parte procurará evitarlos, pero además buscará convertir alguno por si a la larga le puede ser útil.
No hay que confundirse. El partido de marzo fue uno, es historia pasada —que ojalá Bolívar pudiera repetirla—. El de esta noche es otro capítulo, y a no dudar que se trata de uno más difícil. Tal vez el que mida, en verdad, para qué están hechos en esta Copa tanto León como Bolívar.
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